lunes, 11 de marzo de 2013

                                                 

              SEMANA SANTA EN POPAYAN

La tradición fija el inicio de los desfiles religiosos de la Semana Mayor hacia el año de 1.566, es decir apenas 30 años después de la fundación de Popayán.


El sentimiento religioso de los moradores de esta región, fue encausado por los conquistadores de España hacia los ritos  de la iglesia católica, y como las procesiones eran su mas auténtica manifestación, iniciaron igualmente esta práctica religiosa en los territorios ocupados.
A través de los años se fueron enriqueciendo con el aporte de bellas imágenes, traídas en su mayor parte de España y de Quito, donde los artistas dedicaron su inspiración a representar los diferentes pasajes de la pasión de Cristo.

Con rarísimas excepciones, las procesiones de Semana Santa no han tenido interrupciones a través de los  años de existencia de Popayán. 
Las Procesiones de Semana Santa de Popayán, están cumpliendo 450 años de ininterrumpido desfilar por las calles de la ciudad hidalga y señorial, cuna de la patria y de sus instituciones, es un compromiso delicado y serio por varias razones, entre ellas la de comprobar que son verdad todos esos años, y lo hemos hecho con las crónicas de la época escritas por Don Juan de Castellanos en su obra “Elegía de Varones Ilustres de Indias”; por otra parte, a quien hemos de reconocer el mantenimiento de la tradición. Indiscutiblemente hay instituciones que como la Iglesia Católica, las inició, las ha mantenido y las apoya por tratarse de un acto de fe popular de inmenso contenido piadoso y social, que continúa cumpliendo con el objetivo primero, de evangelizar a quienes no hacen parte del Catolicismo o que por cualesquier razones, están alejados. La Jerarquía Católica encabezada por nuestro Arzobispo Iván Antonio Marín L., constituye la fuerza creadora y sostén espiritual de nuestra tradición.
Inclusive durante las guerras civiles se convenía un especie de armisticio en los días Santos, a fin de que no se viera suspendida tan hermosa costumbre sagrada. Los laicos payaneses que han hecho de las Procesiones su devoción y compromiso, también constituyen esa armónica congregación de fieles que al lado de su futuro, llevan el futuro de las Procesiones, como un objetivo que no da descanso y que exige unidad de acción y de criterios.
Desde ya hace muchos años desfilan los pasos en número de 13 a 15. El martes santo salen de la Iglesia de San Agustín; el miércoles de la Ermita; el jueves de San Francisco y el viernes de Santo Domingo, recorriendo 22 cuadras que pasan frente a todos los templos del centro de Popayán.
Los principales pasos son: El martes Santo : el señor del perdón y la Dolorosa; el miércoles: el Amo Caído y el Santo Ecce Homo; el jueves: Los Azotes, la Coronación, la Crucifixión, El Señor de la Expiación (Conocido como ªEl Cachorroª), el Santo Cristo de la Veracruz; el viernes: La Muerte, la Piedad, las Insignias, el Santo Sepulcro y la Virgen de la Soledad

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